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Arquitectos: FACT Fábrica de Arquitectura Contemporánea
- Área: 267 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Ramiro Sosa
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En la tradición argentina, el jardín ha sido siempre un escenario privilegiado de la vida social, pero relegado a lo periférico. Este proyecto recupera ese imaginario y lo actualiza en clave contemporánea al ubicarlo en el núcleo de la experiencia doméstica.
El proyecto nace como una visión expansiva a las condiciones del lote: una pendiente natural de 1,5 metros, árboles distribuidos a lo ancho del terreno y una pileta preexistente. Frente a un contexto de viviendas alineadas al sur y construidas sobre medianeras, Casa Jardín se extiende longitudinalmente con orientación este/oeste, en plataformas que siguen la topografía, generando transiciones entre espacios interiores, semi cubiertos y abiertos.
El punto de partida es un esquema aparentemente sencillo: todos los usos principales se organizan en una sola planta, salvo el estacionamiento y la sala de máquinas. Esta simplicidad inicial se transforma gracias a un gesto proyectual decisivo: las dos alas que dividen los ámbitos sociales de los privados se disponen a distintas alturas, lo que da como resultado una secuencia de planos escalonados que convierten el recorrido en una experiencia.
El recorrido se enriquece con la incorporación de tres jardines, cada uno con escala, ubicación y carácter propios; que, en conjunto, funcionan como piezas arquitectónicas que ordenan el programa y definen la circulación.
Un jardín de acceso marca el umbral entre lo urbano y lo doméstico; otro que articula las áreas sociales como centro vital de la vivienda; y un tercero, que acompaña las habitaciones. La disposición de los dormitorios refuerza esta secuencia. Aunque están ubicados hacia el frente del lote, aparecen recién al final del recorrido, preservando su privacidad a través de una fachada permeable que filtra la luz y las vistas.
La estrategia de no nivelar el terreno busca potenciar las visuales cruzadas, la luz natural y una conexión íntima con el paisaje. Un nivel inferior aloja el estacionamiento y los espacios de servicio, apoyados en la excavación de la pileta preexistente; el intermedio contiene las áreas sociales conectadas al jardín y se apoya en la altura natural del terreno; mientras que el superior, que alberga el área privada, se eleva sobre el sector de servicios para ganar visuales, privacidad y superficie sin resignar espacio verde.
El hormigón armado visto, trabajado en vigas y losas, aporta solidez y una estética contemporánea al mismo tiempo que evoca la tradición brutalista latinoamericana. En la fachada principal, paneles de acero corten microperforado, diseñados especialmente para el proyecto, fueron modelados mediante técnica de shaping y funcionan como un velo que deja pasar luz y aire sin comprometer la privacidad interior.
La vivienda encarna una arquitectura que desde su lógica proyectual ya es sostenible. La ventilación cruzada, la orientación controlada, las superficies permeables, los planos verdes y las especies de bajo consumo hídrico hacen posible un confort pasivo que reduce la demanda energética y asegura el bajo mantenimiento a largo plazo.
